
La gira latinoamericana se inició en México y sigue el siguiente recorrido (y sí, estamos incluidos!):
Marzo 02: Monterrey, México (Estadio Universitario De Nuevo León)
Marzo 06: Ciudad de México, México (Foro Sol)
Marzo 09: Bogotá, Colombia (Parque Simón Bolívar)
Marzo 12: Lima, Perú (Explanada Estadio Monumental)
Marzo 14: Santiago, Chile (Estadio Nacional)
Marzo 17-18: Buenos Aires, Argentina (River Plate)
Marzo 23: Río de Janeiro, Brasil (Praca da Apoteose)
Marzo 24: Sao Paulo, Brasil (Morumbi Stadium)
EL COMERCIO, lunes 12 de marzo
Una visita al lado oscuro de la Luna
El fundador de Pink Floyd ya está en lima y hoy ofrecerá un concierto inolvidable en la explanada del Estadio Monumental.

"No estoy interesado en la música pop. En realidad, solo estoy muy interesado en mi música. Si voy a escuchar música, prefiero la ópera o el jazz. Ocasionalmente compro algún álbum de rock and roll. Compré el nuevo de Dylan, por ejemplo, y me gustó. Confieso que cuando trabajo prefiero no escuchar música", dijo cuando le preguntaron qué opinaba de las nuevas tendencias de la música pop, como la electrónica o el reggaetón. El concierto empezará a las 8 de esta noche, con total puntualidad. Los organizadores recomiendan llegar temprano para evitar aglomeraciones y embotellamientos.
Si Waters repite el mismo repertorio que presentó en México, es muy probable que el set list de esta noche sea como este:
01. In the Flesh
02. Mother
03. Set the Controls for the Heart of the Sun
04. Shine on You Crazy Diamond
05. Have a Cigar
06. Wish You Were Here
07. Southhampton Doc
08. The Fletcher Memorial Home
09. Perfect Sense
10. Leaving Beirut
11. Sheep
01. Speak to Me
02. Breathe
03. On the Run
04. Time
05. The Great Gig in the Sky
06. Money
07. Us and Them
08. Any Colour You Like
09. Brain Damage
10. Eclipse
01. The Happiest Days of Our Lives
02. Another Brick in the Wall
03. Vera
04. Bring the Boys Back Home
05. Comfortably Numb
Ex líder de Pink Floyd toca hoy en la explanada del Monumental
(Juan Carlos Cabrera / Miguel Bustamante Oré)
El rockero Roger Waters ya está en Lima. Es alto, colorado y tiene el pelo cano. Lejana está la época dorada de Pink Floyd y su rostro ahora evidencia el paso de los años. Es una megaestrella, millonario y famoso en todo el mundo. 20 periodistas limeños lo miran asombrados por su presencia, y él, sin hacerse problema alguno, gasta bromas y entra en confianza como todo un diestro en el showbiz.
Habla de su poco interés por la música popular y de las nuevas generaciones de rockeros que han crecido escuchando su música, vuelve a darle duro al “cerdo (George) Bush” y cuenta emocionado de lo afanoso que es el público latinoamericano cuando lo ve subido en un escenario. Sí, Roger Waters está en Lima. ¿Es esto acaso un milagro?
Le hacemos saber que su concierto en la explanada del Monumental es acaso el más importante en la historia musical de nuestro país y agradece como un caballero hablando maravillas del Perú. “Tengo unos amigos que me insistieron en venir acá, pero lamentablemente esta vez no podré ir al Cusco, porque estamos con el tiempo medido”. Y como para que sus palabras no fueran tomadas como un simple compromiso o un cliché típico de artista, Roger se puso el polo con la foto de Machu Picchu y dijo que le parecía increíble que nuestro máximo monumento arqueológico este postulando a convertirse en una nueva maravilla del mundo.
"No me interesa la música popular", dice que está prácticamente alejado del rock y que cuando compone prefiere no escuchar música. “Me inclino más por la ópera y el jazz. El último disco de rock que escuché y que me gustó fue el Modern Times de Bob Dylan, pero ahí paro de contar. La música popular simplemente no me interesa”.
Roger Waters será un héroe de la música, un paradigma para muchas generaciones, pero eso no impidió que el artista rompiera el protocolo y decidiera firmar hasta ¡instrumentos musicales! en su encuentro con la prensa peruana, previo a su concierto en la explanada del Estadio Monumental, algo que usted no se debería perder.
El País, Colombia, 12 de marzo de 2007
Roger Waters critica gira de Bush y felicita a García Márquez
(por Sergio Villamizar D, Colprensa).
- Dos horas y media fue la duración total de uno de los mejores conciertos de los últimos años.

Claro que los organizadores quedaron en deuda, pues a última hora cancelaron la presentación del artista nacional Chucho Merchán, quien sería el telonero de Roger Waters. Aunque los organizadores del concierto no han aclarado por qué no se llevó a cabo dicha presentación, al parecer los organizadores quisieron extremar el cuidado en el sonido del artista internacional. La perfección en el sonido en vivo, en un lugar tan abierto como dicho parque, no se había visto en Colombia. La pureza de los detalles sonoros, combinados con las imágenes psicodélicas, los juegos de luces y los láser, hicieron vibrar a los espectadores. La teatralidad imperó, en especial en canciones como "Shine on You Crazy Diamond" , "Mother" , las cuales contaron con imágenes de Pink Floyd en los setenta, en especial del Syd Barret, fallecido cofundador. En el ocaso de este show, aparecieron en el escenario, junto a los diez músicos de Roger Waters, diez niños colombianos, quienes hicieron el coro del inolvidable tema "Another Brick In the Wall" , la canción que emocionó, hasta las lágrimas, a los asistentes al espectáculo. Un show como pocos se han presentado en Colombia, tal vez del nivel de "Metallica" y el "Tour de la Mangosta" de Shakira. Una presentación que el artista británico finalizó, con un torpe español, "Feliz cumpleaños, Gabriel García Márquez".
La Jornada, México, jueves 8 de marzo
Roger Waters iluminó El lado oscuro de la Luna
(Patricia Peñaloza)

- Ante la exigencia de que derribara el muro de la frontera, el músico hizo volar un cerdo apodado Bush para mandarlo al espacio
Roger Waters fue un catalizador de generaciones. El cofundador de Pink Floyd se entregó a su público ante el cual logró lo imposible, hacer volar a un cerdo llamado Bush.
Selene llena y brillante, reflector natural, posada en lo más alto, justo detrás del escenario, custodió de inicio a fin a uno de sus hijos pródigos, prófugo del otrora Fluido Rosa. No fue preciso el psicotrópico lisérgico: las estalactitas de cuarzo electrificado, at

En dos horas, fue como si Roger, el hemisferio derecho de dicho combo inglés (el izquierdo lo fue Barrett), hubiera decidido retar a los otros Floyds (David Gilmour, Rick Wright y Nick Mason), al hacer su propio megaconcierto pinkfloydiano, profuso en parafernalias visuales y delicias sonoras. Con elegancia, Waters les dice: perdón caballeros, pero todo esto fue concebido por mí.
La pantalla del cielo
Un oscuro cielo despejado, pantalla natural con todo y estrellas, amotinaba imágenes bajo su manto: pies en fila, corazones atentos al llamado de un "algo" que, a diferencia de otros personajes del rock clásico (amarrados fatalmente a su tiempo), permanece y se sigue transmitiendo por generaciones. Por aquí, chamacos de 12, 15 años; veinteañeros a raudales; treintañeros en crisis, cuarentones con panza; cincuentones con sus hijos; sexagenarios añorantes. Más allá, la banda eriza de luz, aglutinada en los puentes externos al foro, araña con sus oídos las migajas sónicas, intentando tocar el manto de esta otra estrella británica, y con ello ser salvados.
En la carne, plantea Waters, guitarra de palo en mano, a las nueve en punto, en su segunda visita solista (la primera fue en 2002). Ya en la penumbra, la excitación y la cannabis corren de un torrente a otro, luego de que esa otra pantalla, la del imaginario Floyd, proyecta una imagen que no se sabe si está en segunda o tercera dimensión: una radio gigante, un avión de juguete. Sorprende ver que está en segunda, cuando una gran mano gira la perilla y hace escuchar a Chuck Berry, Elvis Presley... Y sí. "In the flesh", y "Mother", de The Wall (1979), rompen el hielo con su pasión cerebral. En la primera hora, el bajista estrella guiaría a todos por un atinadísimo camino temático. El sonido, en su cuadrafonía ejemplar, casi podía tocarse con las manos.
Primero, su exhibición de principios: "Madre, ¿debo construir una pared, confiar en el gobierno?". Martillos móviles, hombres máquina. "Buenas noches, bienvenidos", saluda Waters en español.
Un saxofonista de lujo (Ian Ritchie); un baterista excepcional (Graham Broad); unas coristas con voz de ensueño, cantan estrofas enteras (destacando la portentosa Katie Kissoon); en los teclados, su hijo, Harry Waters. Galaxias, astros, son el fondo para la primera emulación de Gilmour: tres guitarristas imitarían las partes del prodigioso ejecutante... (Andy Fairweather-Low, Snowy White... aunque magníficos, ninguno le llega a Dave). Durante todo el espectáculo, Waters, más un virtuoso del concepto y la composición, es generoso al virar mucho tiempo el reflector hacia sus músicos.
Viene el tema de la guerra, la más fuerte obsesión de Waters, luego de la enajenación humana: de The Final Cut (1983), "Southampton Dock" y "The Fletcher a. Memorial Home"; de su solista Amused to Death (1992), "Perfect Sense". En imágenes, dolor bélico; Reagan, Bush, Mao Tse Tung, Stalin; gafitis: "Cuando hablamos de guerra, hablamos de paz"; "La muerte resuelve los problemas"; "La democracia a veces debe bañarse de sangre"... Luego cantó "Leaving Beirut", cuya letra rezó: "No en mi nombre, Tony. Terror es terror" (¿...Blair?).
La primera mitad cerró con una interpretación deslumbrante: entre balidos oscuros, "Sheep" del Animals (1977) sonó potente, indescriptible; rock denso como del futuro y más allá. Waters al bajo, por fin parece roquear cual si tuviera 20 años. De pronto, el tradicional cerdo inflable de este tema, salió flotando no solo con la frase que enardeció a la concurrencia, "Cerdo Bush, derriba el muro de la frontera", sino con otra también significativa: "Kafka rules, ok! Habeas corpus matters! (¡Kafka rige!; ¡el habeas corpus rifa!)". Por debajo, con una emulación de personaje azteca, decía en español: "libres al fin"; y en la colita retorcida: "Saquen a Bush". Al final, el cerdo fue soltado al cielo; llamaradas de fuego real; la catarsis es absoluta.
El segundo concierto
Sale su banda, y tras 15 minutos comienza un concierto distinto: El lado oscuro de la luna (1973), una de las obras cumbres del rock, sin pausas, de inicio a fin. Las conexiones neuronales se relajan, para adentrarse a ese lado anverso en que las dimensiones se dislocan y el alma flota ligera. Comunión masiva, casi tántrica. Waters feroz al bajo. La sucesión visual circula, en circular encuadre, entre relojes, pastillas de "soma", maquinarias y ruidos machacantes, con una perfección que espanta. Las partes de Gilmour en voz y lira son emuladas por los invitados. Un prisma gigante, al frente del tinglado brota y gira para blandir un arco iris y un haz de luz blanca. Cada verso, cada arreglo, plasmado en la mente colectiva, es ejecutado impecablemente. "Speak to Me...", "The Great Gig In the Sky"; "Money", "Us and Them", "Brain Damage" (con risas de Syd), "Eclipse". No hay palabras. Todo es como un sueño del que nadie quiere despertar.
Sale la banda y al volver, Roger parece llorar: "Esto es fantástico, es muy conmovedor para mí". No podía irse sin tocar "Another Brick In the Wall", con los niños de la Casa de las Mercedes en el escenario, quienes hicieron los coros de esta pieza maestra; portan camisetas que dicen en castellano: "el miedo construye paredes". Luego tocan "Vera" y "Comfortably Numb", también de The Wall. Dos horas y media han pasado. ¿La perfección existe? Casi. Habría sido preciso ver tocar juntos a Waters con Gilmour y compañía.
(Fotos: Fernando Aceves y Marco Peláez)
Discografía en solitario
- Music from "The Body" (28 de Noviembre de 1970) (Banda sonora de la serie de televisión "The Body" junto a Ron Geesin)
- The Pros and Cons of Hitchhiking (8 de Mayo de 1984)
- When the Wind Blows (30 de Octubre de 1986) (Banda sonora)
- Radio K.A.O.S. (15 de Junio de 1987)
- The Wall Live in Berlin (17 de Septiembre de 1990) (disco y video en directo)
- Amused to Death (1 de Septiembre de 1992)
- In the Flesh Live (5 de Diciembre de 2000) (disco y video en directo)
- Flickering Flame: The Solo Years Vol. 1 (6 de Mayo de 2002)
- To Kild the Child / Leaving Beirut (3 de Enero de 2005) - Single Edición Japonesa.
- Ça Ira (27 de Septiembre de 2005)
- The Dybbuk of the Holy Apple Field (1998) (Banda sonora de la película israelí homónima, Roger Waters interpreta un cover del tema de Bob Dylan "Knockin' On Heaven's Door).
- The Legend of 1900 (1999) (Banda sonora de Ennio Morricone, Roger Waters es el autor del último tema del disco "Lost Boys Calling" con la participación en guitarra de Eddie Van Halen).
- Vagabond Ways (2000) (Disco de Marianne Faithfull, Roger Waters participa como bajista y compositor del tema "Incarceration Of a Flower Child).
2 comentarios:
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