jueves, 22 de marzo de 2007

Sonia Prager

Esas curiosidades de la vida, me he encontrado por pura casualidad con este video. Mi mamá se va a morir de la vergüenza si se entera que lo publiqué... pero, ¡no importa!

lunes, 19 de marzo de 2007

Convocatoria: SONOTECA





Muy interesante (y evidentemente necesaria) iniciativa del Centro Fundación Teléfonica: la creación de una "sonoteca" especializada en música experimental peruana en general.
Las inscripciones van hasta el 21 de mayo.
Músicos electrónicos y experimentales peruanos, tomen nota!

domingo, 18 de marzo de 2007

Conversatorio (22/03)

MÁS DE LO QUE LOS OJOS PUEDEN VER
ARTE FOTOGRAFICO DE LA COLECCIÓN DEL DEUTSCHE BANK

CONVERSATORIO

Moderador: Miguel López

Panel:
- Juan Enrique Bedoya
- Juan Pablo Murrugarra
- Jorge Villacorta

Fecha: Jueves 22 de marzo del 2007
Hora: 7.30 pm.
Lugar: Auditorio del MALI

Ingreso Libre

viernes, 16 de marzo de 2007

martes, 13 de marzo de 2007

LOS CHANCHOS SÍ VUELAN

Estas son solo unas primeras impresiones del concierto de Roger Waters: The Dark Side of the Moon. Ya vendrá el recuento completo (y quizá venga más de uno!) con los pormenores del asunto. Por el momento, solo unas breves primeras impresiones porque simplemente no me aguanto.

Si estás en Lima y no fuiste ayer al concierto de Roger Waters, debes lamentarte. Seriamente, debes lamentarte. Te has perdido de algo realmente extraordinario y sin parangón alguno (si vives en el extranjero, estate atento a la presentación de este maestro en tu ciudad). Será muy difícil igualar lo que sucedió anoche en la explanada del Monumental. Será muy difícil también recuperarse. Desde la primera canción, In the Flesh, en la carne, me quedé con la piel erizada. Y no faltaron sus buenas lágrimas de emoción entre el público concurrente. Una noche extraordinaria.

Roger Waters logró lo imposible: los chanchos sí vuelan, señores, y ayer uno voló y se perdió, cada vez más alto, en el cielo limeño. Ha de esperarse que en algún lugar de la estratósfera se encuentre con sus demás colegas de las demás ciudades por donde ha pasado Roger Waters liberando cerdos.

Un evento sin precedentes. Deberíamos construirle un monumento a Roger Waters, no solo por lo excepcionalmente genial de su presentación, sino por haber apostado por el Perú. Sí señores, cuántos buenos grupos pasan por Latinoamérica y pasan de largo para nosotros. Roger Waters se detuvo en Lima, Perú, y ese gesto no debería ser olvidado por nadie: ni por nosotros, los de los ahora, ni por los otros, los que vendrán en el futuro.

Ayer, entre otras cosas, pudimos penetrar en el lado oscuro de la luna. Y el viaje no pudo ser mejor, guiados como estábamos de la mano del legendario Waters y su pantalla multifacética. Difícil olvidar esa pantalla y lo que aconteció en ella: sus imágenes proyectaban realidades. En realidad no podrá ser olvidada: al final de la segunda parte del concierto, Roger Waters coronó este viaje con una proyección tridimensional, allí mismo, sobre los asistentes, del prisma celestial del Dark Side of the Moon. Su camino multicolor pasó a través de la mirada de todos y, estoy segura, penetró en la mente y en el corazón de cada uno de nosotros.

Tengo la sensación, un poco rebuscada quizá, pero es la sensación con la que me quedé, de que durante todos estos años, desde la creación del Dark Side of the Moon allá en 1973 hasta el día de hoy, Waters también esperaba por esto: porque llegara el momento de poder realizar el Dark Side of the Moon de la manera como lo está haciendo en esta gira. Este es un punto crucial en la historia de la música, de la cultura, del hombre, y de aquí en adelante, un nuevo comienzo.

lunes, 12 de marzo de 2007

Increíble pero cierto: HOY, ROGER WATERS EN LIMA

Preparándonos para el que viene siendo el evento musical del siglo (desde que se iniciara el siglo XXI creo que no hay evento que se le asemeje), y el que será el evento musical de la historia en cuanto al Perú se refiere, les dejó aquí algunas notas sobre el paso por Latinoamérica de la mega gira mundial de Roger Waters: The Dark Side of the Moon.

La gira latinoamericana se inició en México y sigue el siguiente recorrido (y sí, estamos incluidos!):

Marzo 02: Monterrey, México (Estadio Universitario De Nuevo León)
Marzo 04: Guadalajara, México

Marzo 06: Ciudad de México, México (Foro Sol)

Marzo 09: Bogotá, Colombia (Parque Simón Bolívar)

Marzo 12: Lima, Perú (Explanada Estadio Monumental)

Marzo 14: Santiago, Chile (Estadio Nacional)

Marzo 17-18: Buenos Aires, Argentina (River Plate)

Marzo 23: Río de Janeiro, Brasil (Praca da Apoteose)

Marzo 24: Sao Paulo, Brasil (Morumbi Stadium)

Luego, Waters cruza el charco nuevamente para continuar con su gira europea. Por lo que dicen estas notas (les recomiendo sobre todo leer la nota publicada en La Jornada de México, es definitivamente la más interesante), el famoso chancho del Animals volará entre las nubes grises del cielo limeño y será un personaje protagonista del evento...


EL COMERCIO, lunes 12 de marzo

Una visita al lado oscuro de la Luna

El fundador de Pink Floyd ya está en lima y hoy ofrecerá un concierto inolvidable en la explanada del Estadio Monumental.

Llegó el gran momento que todos esperaban: lo que hace algunos meses empezó como un rumor que la gente recibió en el mejor de los casos con mucho escepticismo, esta noche se hará finalmente realidad. Roger Waters, fundador de Pink Floyd, ofrecerá esta noche en la explanada del Monumental de Ate un concierto que promete ser el espectáculo de rock más grande que se haya visto jamás en nuestro país.

El músico está en Lima desde hace un par de días, y el sábado por la tarde, en una suite del hotel Sheraton, ofreció una breve rueda de prensa en la que destacaron no solo sus críticas a la administración de George W. Bush -que ha reiterado a lo largo de toda la manga latinoamericana de su gira mundial-, sino también la presencia de la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Mercedes Aráoz, que le regaló un polo alusivo a la campaña en favor de la inclusión de Machu Picchu entre las nuevas maravillas del mundo, además de un par de libros y un típico chullo que, por obvias razones climatológicas, Waters no quiso ponerse. "Muchos de los chicos que me acompañan en la gira querían visitar Machu Picchu, pero los vuelos estaban llenos", dijo. Waters se mostró muy amable con los hombres de prensa y respondió de buena gana todas las preguntas.

"No estoy interesado en la música pop. En realidad, solo estoy muy interesado en mi música. Si voy a escuchar música, prefiero la ópera o el jazz. Ocasionalmente compro algún álbum de rock and roll. Compré el nuevo de Dylan, por ejemplo, y me gustó. Confieso que cuando trabajo prefiero no escuchar música", dijo cuando le preguntaron qué opinaba de las nuevas tendencias de la música pop, como la electrónica o el reggaetón. El concierto empezará a las 8 de esta noche, con total puntualidad. Los organizadores recomiendan llegar temprano para evitar aglomeraciones y embotellamientos.

Si Waters repite el mismo repertorio que presentó en México, es muy probable que el set list de esta noche sea como este:
Primera parte:
01. In the Flesh
02. Mother
03. Set the Controls for the Heart of the Sun
04. Shine on You Crazy Diamond
05. Have a Cigar
06. Wish You Were Here
07. Southhampton Doc
08. The Fletcher Memorial Home
09. Perfect Sense
10. Leaving Beirut
11. Sheep

Segunda parte: The Dark Side of the Moon
01. Speak to Me
02. Breathe
03. On the Run
04. Time
05. The Great Gig in the Sky
06. Money
07. Us and Them
08. Any Colour You Like
09. Brain Damage
10. Eclipse


Final:
01. The Happiest Days of Our Lives
02. Another Brick in the Wall
03. Vera
04. Bring the Boys Back Home
05. Comfortably Numb


TERRA, lunes 12 de marzo

Ex líder de Pink Floyd toca hoy en la explanada del Monumental
(Juan Carlos Cabrera / Miguel Bustamante Oré)


El rockero Roger Waters ya está en Lima. Es alto, colorado y tiene el pelo cano. Lejana está la época dorada de Pink Floyd y su rostro ahora evidencia el paso de los años. Es una megaestrella, millonario y famoso en todo el mundo. 20 periodistas limeños lo miran asombrados por su presencia, y él, sin hacerse problema alguno, gasta bromas y entra en confianza como todo un diestro en el showbiz.

Habla de su poco interés por la música popular y de las nuevas generaciones de rockeros que han crecido escuchando su música, vuelve a darle duro al “cerdo (George) Bush” y cuenta emocionado de lo afanoso que es el público latinoamericano cuando lo ve subido en un escenario. Sí, Roger Waters está en Lima. ¿Es esto acaso un milagro?

Le hacemos saber que su concierto en la explanada del Monumental es acaso el más importante en la historia musical de nuestro país y agradece como un caballero hablando maravillas del Perú. “Tengo unos amigos que me insistieron en venir acá, pero lamentablemente esta vez no podré ir al Cusco, porque estamos con el tiempo medido”. Y como para que sus palabras no fueran tomadas como un simple compromiso o un cliché típico de artista, Roger se puso el polo con la foto de Machu Picchu y dijo que le parecía increíble que nuestro máximo monumento arqueológico este postulando a convertirse en una nueva maravilla del mundo.

"No me interesa la música popular", dice que está prácticamente alejado del rock y que cuando compone prefiere no escuchar música. “Me inclino más por la ópera y el jazz. El último disco de rock que escuché y que me gustó fue el Modern Times de Bob Dylan, pero ahí paro de contar. La música popular simplemente no me interesa”.

Roger Waters será un héroe de la música, un paradigma para muchas generaciones, pero eso no impidió que el artista rompiera el protocolo y decidiera firmar hasta ¡instrumentos musicales! en su encuentro con la prensa peruana, previo a su concierto en la explanada del Estadio Monumental, algo que usted no se debería perder.


El País, Colombia, 12 de marzo de 2007

Roger Waters critica gira de Bush y felicita a García Márquez

(por Sergio Villamizar D, Colprensa).

- 25 mil personas asistieron al único concierto en Colombia del creador de Pink Floyd.
- Dos horas y media fue la duración total de uno de los mejores conciertos de los últimos años.


"El cerdo", el mismo de la carátula del duodécimo álbum de Pink Floyd, Animals (1976), no faltó en el único concierto de Roger Waters en Colombia, con diversas inscripciones en su panza, cola y patas, entre ellas, y la más grande: "El patrón Bush visita el rancho Colombia". No era la única en este cerdo gigante inflado con helio, "Kafka tenía razón" , "legalicen la droga", "Paz-Colombia" y "Libres al fin", que emocionaron al público que se reunió en el Parque Simón Bolívar de Bogotá en la noche del viernes, más de 25 mil personas, quienes vieron como este personaje se perdía en la oscuridad del firmamento capitalino. Pero este personaje característico de todo lo que rodea a Pink Floyd fue solo uno de los grandes elementos de una noche inolvidable, con más de dos horas y media de las canciones en vivo de lo mejor de la banda británica, más una cuidadosa selección de los 20 años de carrera, en solitario, de Roger Waters, denominado "El genio fundador de Pink Floyd". Varias generaciones se reunieron entorno a este show. Abuelos, padres e hijos unidos por las formas, la teatralidad y el buen rock de fuerte contenido político que convirtieron en leyenda a la agrupación del rock progresivo y psicodélico, herederos de la tradición de los Beatles. En una pantalla gigante, como telón de fondo del escenario, se relató la historia del show, que inició a las 7:15 de la noche y se extendió durante dos horas y media.

Claro que los organizadores quedaron en deuda, pues a última hora cancelaron la presentación del artista nacional Chucho Merchán, quien sería el telonero de Roger Waters. Aunque los organizadores del concierto no han aclarado por qué no se llevó a cabo dicha presentación, al parecer los organizadores quisieron extremar el cuidado en el sonido del artista internacional. La perfección en el sonido en vivo, en un lugar tan abierto como dicho parque, no se había visto en Colombia. La pureza de los detalles sonoros, combinados con las imágenes psicodélicas, los juegos de luces y los láser, hicieron vibrar a los espectadores. La teatralidad imperó, en especial en canciones como "Shine on You Crazy Diamond" , "Mother" , las cuales contaron con imágenes de Pink Floyd en los setenta, en especial del Syd Barret, fallecido cofundador. En el ocaso de este show, aparecieron en el escenario, junto a los diez músicos de Roger Waters, diez niños colombianos, quienes hicieron el coro del inolvidable tema "Another Brick In the Wall" , la canción que emocionó, hasta las lágrimas, a los asistentes al espectáculo. Un show como pocos se han presentado en Colombia, tal vez del nivel de "Metallica" y el "Tour de la Mangosta" de Shakira. Una presentación que el artista británico finalizó, con un torpe español,
"Feliz cumpleaños, Gabriel García Márquez".


La Jornada, México, jueves 8 de marzo

Roger Waters iluminó El lado oscuro de la Luna
(Patricia Peñaloza)

- En el Foro Sol ovacionan 50 mil personas al hemisferio derecho de Pink Floyd
- Ante la exigencia de que derribara el muro de la frontera, el músico hizo volar un cerdo apodado Bush para mandarlo al espacio
- Su ex compañero Syd Barret fue una presencia constante

Roger Waters fue un catalizador de generaciones. El cofundador de Pink Floyd se entregó a su público ante el cual logró lo imposible, hacer volar a un cerdo llamado Bush.

Selene llena y brillante, reflector natural, posada en lo más alto, justo detrás del escenario, custodió de inicio a fin a uno de sus hijos pródigos, prófugo del otrora Fluido Rosa. No fue preciso el psicotrópico lisérgico: las estalactitas de cuarzo electrificado, atemporal, profundo y colorido del rock de Roger Waters penetraron en cada una de las cien mil pupilas asistentes (los 50 mil corazones, los 50 mil cerebros), para hacer real lo imposible: hacer volar a un cerdo apodado Bush y mandarlo al espacio, escuchar en directo el Dark Side of the Moon y casi ver a Syd Barret sentado, con los pies colgando, desde esa luna observante. La noche del martes, en el Foro Sol, el Distrito Federal presenció el lado más brillante de esa luna que fuera Pink Floyd: las composiciones y el talante de Waters, segundo fundador de esta leyenda musical.

En dos horas, fue como si Roger, el hemisferio derecho de dicho combo inglés (el izquierdo lo fue Barrett), hubiera decidido retar a los otros Floyds (David Gilmour, Rick Wright y Nick Mason), al hacer su propio megaconcierto pinkfloydiano, profuso en parafernalias visuales y delicias sonoras. Con elegancia, Waters les dice: perdón caballeros, pero todo esto fue concebido por mí.

La pantalla del cielo

Un oscuro cielo despejado, pantalla natural con todo y estrellas, amotinaba imágenes bajo su manto: pies en fila, corazones atentos al llamado de un "algo" que, a diferencia de otros personajes del rock clásico (amarrados fatalmente a su tiempo), permanece y se sigue transmitiendo por generaciones. Por aquí, chamacos de 12, 15 años; veinteañeros a raudales; treintañeros en crisis, cuarentones con panza; cincuentones con sus hijos; sexagenarios añorantes. Más allá, la banda eriza de luz, aglutinada en los puentes externos al foro, araña con sus oídos las migajas sónicas, intentando tocar el manto de esta otra estrella británica, y con ello ser salvados.

En la carne, plantea Waters, guitarra de palo en mano, a las nueve en punto, en su segunda visita solista (la primera fue en 2002). Ya en la penumbra, la excitación y la cannabis corren de un torrente a otro, luego de que esa otra pantalla, la del imaginario Floyd, proyecta una imagen que no se sabe si está en segunda o tercera dimensión: una radio gigante, un avión de juguete. Sorprende ver que está en segunda, cuando una gran mano gira la perilla y hace escuchar a Chuck Berry, Elvis Presley... Y sí. "In the flesh", y "Mother", de The Wall (1979), rompen el hielo con su pasión cerebral. En la primera hora, el bajista estrella guiaría a todos por un atinadísimo camino temático. El sonido, en su cuadrafonía ejemplar, casi podía tocarse con las manos.

Primero, su exhibición de principios: "Madre, ¿debo construir una pared, confiar en el gobierno?". Martillos móviles, hombres máquina. "Buenas noches, bienvenidos", saluda Waters en español.
Viene el viaje cronológico. En pantalla, imágenes del video sesentero de Arnold Layne, aún con Barrett; figuras de colores de esa época sicodélica, mientras canta la inusual "Set the Controls for the Heart of the Sun", del A Soucerful of Secrets (1968), justo cuando a Syd se le botaba la canica. Viene "Shine on you, crazy diamond", del Wish You Were Here (1975), dedicada a su mismo ex compañero. Es el primer gran momento de la noche; las lágrimas brotan mientras Syd aparece entrañable, una y otra vez.

Un saxofonista de lujo (Ian Ritchie); un baterista excepcional (Graham Broad); unas coristas con voz de ensueño, cantan estrofas enteras (destacando la portentosa Katie Kissoon); en los teclados, su hijo, Harry Waters. Galaxias, astros, son el fondo para la primera emulación de Gilmour: tres guitarristas imitarían las partes del prodigioso ejecutante... (Andy Fairweather-Low, Snowy White... aunque magníficos, ninguno le llega a Dave). Durante todo el espectáculo, Waters, más un virtuoso del concepto y la composición, es generoso al virar mucho tiempo el reflector hacia sus músicos.
También del Wish You... vienen "Have a Cigar" y la que da nombre al disco, cuyo requinto suena metalero; 50 mil laringes expanden su aura mediante una sola cuadrafonía corporal: "Somos almas perdidas... pisando el mismo viejo suelo. ¿Qué hemos encontrado? Los mismos viejos temores", canta el alma joven de Waters dentro de un cuerpo ajado, piel colgante, pelo blanco y adusta vestimenta negra.

Viene el tema de la guerra, la más fuerte obsesión de Waters, luego de la enajenación humana: de The Final Cut (1983), "Southampton Dock" y "The Fletcher a. Memorial Home"; de su solista Amused to Death (1992), "Perfect Sense". En imágenes, dolor bélico; Reagan, Bush, Mao Tse Tung, Stalin; gafitis: "Cuando hablamos de guerra, hablamos de paz"; "La muerte resuelve los problemas"; "La democracia a veces debe bañarse de sangre"... Luego cantó "Leaving Beirut", cuya letra rezó: "No en mi nombre, Tony. Terror es terror" (¿...Blair?).

La primera mitad cerró con una interpretación deslumbrante: entre balidos oscuros, "Sheep" del Animals (1977) sonó potente, indescriptible; rock denso como del futuro y más allá. Waters al bajo, por fin parece roquear cual si tuviera 20 años. De pronto, el tradicional cerdo inflable de este tema, salió flotando no solo con la frase que enardeció a la concurrencia, "Cerdo Bush, derriba el muro de la frontera", sino con otra también significativa: "Kafka rules, ok! Habeas corpus matters! (¡Kafka rige!; ¡el habeas corpus rifa!)". Por debajo, con una emulación de personaje azteca, decía en español: "libres al fin"; y en la colita retorcida: "Saquen a Bush". Al final, el cerdo fue soltado al cielo; llamaradas de fuego real; la catarsis es absoluta.

El segundo concierto

Sale su banda, y tras 15 minutos comienza un concierto distinto: El lado oscuro de la luna (1973), una de las obras cumbres del rock, sin pausas, de inicio a fin. Las conexiones neuronales se relajan, para adentrarse a ese lado anverso en que las dimensiones se dislocan y el alma flota ligera. Comunión masiva, casi tántrica. Waters feroz al bajo. La sucesión visual circula, en circular encuadre, entre relojes, pastillas de "soma", maquinarias y ruidos machacantes, con una perfección que espanta. Las partes de Gilmour en voz y lira son emuladas por los invitados. Un prisma gigante, al frente del tinglado brota y gira para blandir un arco iris y un haz de luz blanca. Cada verso, cada arreglo, plasmado en la mente colectiva, es ejecutado impecablemente. "Speak to Me...", "The Great Gig In the Sky"; "Money", "Us and Them", "Brain Damage" (con risas de Syd), "Eclipse". No hay palabras. Todo es como un sueño del que nadie quiere despertar.

Sale la banda y al volver, Roger parece llorar: "Esto es fantástico, es muy conmovedor para mí". No podía irse sin tocar "Another Brick In the Wall", con los niños de la Casa de las Mercedes en el escenario, quienes hicieron los coros de esta pieza maestra; portan camisetas que dicen en castellano: "el miedo construye paredes". Luego tocan "Vera" y "Comfortably Numb", también de The Wall. Dos horas y media han pasado. ¿La perfección existe? Casi. Habría sido preciso ver tocar juntos a Waters con Gilmour y compañía.

(Fotos: Fernando Aceves y Marco Peláez)


(gracias a Wikipedia)
George Roger Waters (nacido el 6 de septiembre de 1943 en Great Bookham, Reino Unido) es un músico y compositor británico de rock and roll conocido por ser bajo, vocalista y compositor del grupo Pink Floyd. En Pink Floyd, Waters ejercio junto con David Gilmour el control creativo de la banda y mientras este ultimo asumia mas la parte musical, Waters se concentro más en la composicion, aun así Waters nunca dejó de prestarle atención a su rol como bajista en donde desarrolló algunas de las más sólidas partes de bajo en temas como: "The Happiests Days Of Our Lives", "Money", "Echoes", "One Of These Days", etc.

En Pink Floyd

Después de que el fundador de Floyd, Syd Barrett, sufriera una grave enfermedad mental en los años 1960 (como consecuencia de las drogas), Waters tomó la dirección artística del grupo junto con David Gilmour, llevando a Pink Floyd a sus cimas musicales y produciendo una serie de discos que son considerados como de los más aclamados y vendidos de todos los tiempos.

Las relaciones de Waters con Gilmour se enturbiaron a finales de los años 1970, conforme el primero ejercía mayor control creativo sobre los trabajos del grupo. En 1979 se publicó la opera rock The Wall, prácticamente obra de Waters, y en el 1983 se publicó The Final Cut en el que Roger Waters figuraba como autor y Pink Floyd como la banda que tocaba la música, sin la presencia del tecladista Richard Wright.

Waters dejó el grupo en 1985 y tuvo disputas legales con los restantes miembros de la banda para evitar que estos utilizaran el nombre de Pink Floyd, ya que solo se mantenía uno de los fundadores del grupo (Nick Mason) y la mayoría de las composiciones eran obra del propio Waters. No obstante, Gilmour consiguió los derechos sobre la marca Pink Floyd y la mayoría de la obra, mientras que Waters consiguió los derechos sobre The Wall y otras de sus composiciones.

Después de Pink Floyd

A partir de ahí, Roger Waters continuó su carrera en solitario. En 1984 retoma el proyecto The Pros and Cons of Hitchhiking, el cual había sido descartado en 1979 por la banda al tener que elegir entre este y The Wall. Durante el desarrollo de la gira del proyecto The Pros and Cons of Hitchhiking llevado a cabo por Waters, este coincidió con la gira de David Gilmour y su segundo disco como solista.

Más tarde produciría la banda sonora de una película When the Wind Blows, dándole mayor entusiasmo por la lucha contra la guerra fría y las pruebas nucleares produciendo su disco Radio K.A.O.S. en 1987.

Después de la caída del Muro de Berlín en 1989, Waters organizó un gigantesco concierto, The Wall Live in Berlin, el 21 de julio de 1990 para conmemorar el fin de la división de las dos Alemanias y que tuvo lugar en Potsdamer Platz, una plaza simbólica que estuvo en la "tierra de nadie" del Muro de Berlín. En el concierto participaron varios grandes músicos y grupos y en su momento fue el mayor concierto nunca celebrado.

A finales de los años 1990 Waters retomó las giras con conciertos en los que buscó audiencias menores, hastiado en parte por la alienación del público con las estrellas del rock que había vivido con Pink Floyd. En estos conciertos mezclaba canciones muy conocidas de su época anterior con nuevos trabajos de sus discos en solitario.

Después de Amused to Death en 1992, Waters dedicó la mayor parte de los años 1990 a componer una ópera titulada Ça Ira, publicada en septiembre de 2005.

En 2002 Waters celebró un concierto organizado para apoyar la caza del zorro en el Reino Unido, en contra de una ley de prohibición de la cacería de estos animales. Al aprobar el parlamento Británico esta ley que Waters considera "en contra de las costumbres británicas", decidió autoexiliarse de Inglaterra y actualmente vive en Nueva York.

Waters expresaba recurrentemente su rechazo a las guerras pasadas y presentes, como queda patente en The Wall y The Final Cut, entrando también en la denuncia de la guerra nuclear en sus trabajos en solitario, como en Radio K.A.O.S. y Amused to Death. Mucho tendría que ver que su padre, Eric Fletcher Waters, soldado de los Reales Fusileros, muriera en la campaña de Anzio durante la Segunda Guerra Mundial, en una batalla en la que Waters acusa a los mandos británicos de haber sacrificado a muchos soldados, como bien describe en el tema "When The Tigers Broke Free" de la película Pink Floyd: The Wall que no apareció en el álbum.

Live 8

El 2 de julio de 2005, Después de más de 20 años de separación Roger Waters terminó con su mala relación con David Gilmour y el resto de los integrantes de Pink Floyd, reuniéndose para tocar en el Hyde Park de Londres en el Live 8 Festival promovido por Bob Geldof, activista y actor de la película The Wall. Waters junto con los Pink Floyd hacen una aparición histórica interpretando parte del álbum Dark Side of the Moon (Breathe, Money, Breathe (Reprise)) seguido del tema "Wish You Were Here" y de "Comfortably Numb" del disco The Wall. David Gilmour, Rick Wright y Nick Mason y el emblemático Waters conformaron nuevamente por unos breves instantes la formación de una de las bandas más importantes e influyentes de la historia del rock.

En la actualidad

A partir de esta presentación en vivo surgieron rumores de una nueva gira mundial de Pink Floyd con Waters. Sin embargo, tanto David Gilmour como Waters desmintieron tales rumores. El último trabajo de Roger Waters, Ça Ira, salió a la venta el 27 de septiembre de 2005 (Inglaterra). En Junio de 2006, comenzó una nueva gira europea y norteamericana. La segunda parte de la gira, que se espera comience el 2007 incluirá a Sudamérica en marzo del mismo año.

Discografía en solitario
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Music from "The Body" (28 de Noviembre de 1970) (Banda sonora de la serie de televisión "The Body" junto a Ron Geesin)
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The Pros and Cons of Hitchhiking (8 de Mayo de 1984)
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When the Wind Blows (30 de Octubre de 1986) (Banda sonora)
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Radio K.A.O.S. (15 de Junio de 1987)
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The Wall Live in Berlin (17 de Septiembre de 1990) (disco y video en directo)
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Amused to Death (1 de Septiembre de 1992)
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In the Flesh Live (5 de Diciembre de 2000) (disco y video en directo)
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Flickering Flame: The Solo Years Vol. 1 (6 de Mayo de 2002)
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To Kild the Child / Leaving Beirut (3 de Enero de 2005) - Single Edición Japonesa.
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Ça Ira (27 de Septiembre de 2005)

Participaciones en bandas sonoras y discos de otros artistas
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The Dybbuk of the Holy Apple Field (1998) (Banda sonora de la película israelí homónima, Roger Waters interpreta un cover del tema de Bob Dylan "Knockin' On Heaven's Door).
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The Legend of 1900 (1999) (Banda sonora de Ennio Morricone, Roger Waters es el autor del último tema del disco "Lost Boys Calling" con la participación en guitarra de Eddie Van Halen).
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Vagabond Ways (2000) (Disco de Marianne Faithfull, Roger Waters participa como bajista y compositor del tema "Incarceration Of a Flower Child).

martes, 6 de marzo de 2007

Gilmour's Day

Luces publicó el pasado domingo el siguiente artículo. Lo copio aquí porque la ocasión es propicia (gracias Bos por el dato!)




Calle rock: Una pausa con Gilmour
Este martes, el ex guitarrista de Pink Floyd cumple 61 años.

Por Rafo Valdizán

En estos días se habla mucho de Pink Floyd -y en particular de Roger Waters-, y no podría ser de otra manera, a puertas de la presentación en Lima del bajista, vocalista, capo y cerebro de una banda que encontró su lugar en la vanguardia como cuarteto iconoclasta al que jamás le vinieron bien los caminos simples ni la predictibilidad de una música concebida como un mecanismo inmediato. Si Pink Floyd ponía manos a la obra, era para extraer de su laboratorio un monstruo de varias cabezas, alguna producción que daría que hablar por tratarse de un desafío al orden establecido, casi siempre con excelentes resultados, aun si hablamos de discos considerados menores en sus lujosos anaqueles, como el "Obscured by Clouds" (1972), "More" (1969) o algunas de las placas alumbradas luego de la salida de Waters, como la infravalorada "The Division Bell" (1994).

Le debemos una pausa a David Gilmour, guitarrista de la banda, que este martes (6 de marzo) cumple 61 años. Hablamos de un músico fundamental en el sonido de Pink Floyd, tal vez lejos de los créditos locos que ganaron primero Syd Barrett y luego Roger Waters -puntas de lanza creativos en las distintas eras de la banda-, pero capital en la fase interpretativa, en virtud de su capacidad intuitiva a la hora de pulsar su guitarra o al momento de colocar su timbre oscuro y fruncido en muchas de las piezas de Floyd. David Gimour, nacido en Cambridge, tuvo momentos verdaderamente memorables como integrante de Pink Floyd. Muchos recuerdan el solo de guitarra que coronó el magnífico "Confortably Numb", una de las mejores canciones del álbum "The Wall" (1979). Otros identifican mejor al guitarrista cuando empuña la acústica y le imprime una voz íntima y cálida a "Wish you Were Here".

Uno de sus momentos de epifanía, a juicio personal, aparece en la extensa introducción de "Shine on you Crazy Diamond", en la que Gilmour demuestra su extraordinaria sensibilidad sobre las densas capas de teclados que se anteponen al discurrir de la canción como un prolegómeno de tensión in crescendo previo al develamiento de una obra maestra que efectivamente es. El guitarrista puntea con el corazón, hace sufrir a su Fender Stratocaster, le arranca lágrimas con absoluta simpleza y sin necesidad de apelar al efectismo de artificios obsesivos muy extendidos entre los guitarristas virtuosos (Gilmour no lo es y no le importa serlo, y para nosotros es mejor que así sea).

Como solista, el músico británico lanzó placas como la notable "David Gilmour" (1978), "About Face" (1984) y la más reciente, salida a las calles el 6 de marzo del 2006: "On an Island".


Esperemos a Waters, pero el martes pensemos en Gilmour.


lunes, 5 de marzo de 2007

We hope that you choke

(pequeño comentario de nuestro amigo el Bos)
Exit music (for a film) es la cuarta pista de Ok Computer, el tercer album de la banda de rock británica Radiohead. La canción empieza con unos acordes melancólicos, y pronto se escucha la desgarradora voz de Thom Yorke. Sin embargo, pienso que debe prestarse atención a un detalle en particular. En el minuto 2.20 empieza un murmullo detrás de la melodía. Es un grupo de personas que ríe. Esta alegría contrasta notablemente con la canción, y sirve para intensificar el dolor del intérprete. ¿Quién no ha estado en una fiesta, sentado en un apartado rincón, y al saborear un poco de vino, no ha pensado: we hope that you choke?


El Quinteto en concierto (martes 06/03)